Concentrado el chakra en sus oídos durante unos segundos, las orejas del ninja se convertirán en unas orejas de lobo, mejorando así su capacidad auditiva al punto de que es capaz de escuchar hasta el más mínimo sonido en un radio de 35 metros. Sólo puede realizar gastos de un máximo de 80 de chakra base.

El ninja realiza un fuerte aullido similar al de un lobo el cual tiene un alcance máximo de 20 metros a la redonda. Todo el mundo pierde la concentración al oírlo, pudiendo cancelar jutsus que requiriesen de la misma para su ejecución (como genjutsus). Además, puede enviar mensajes codificados que sólo los que considera aliados pueden entenderlo, escuchando la voz del ejecutor en vez de un aullido. Puede mantener la conversación con el costo de chakra mantenido.

El ninja concentra chakra en las uñas de ambas manos hasta formar unas garras de acero de unos 10 centímetros capaces de cortar todo lo que alcance (objetos comunes y muros que no sean jutsus. Armas de rango C). Mientras tenga estas garras no podrá usar técnicas que impliquen realizar sellos.

El ninja aumenta el tamaño de sus incisivos hasta volverlos unos colmillos, los cuales tienen la fuerza suficiente para atravesar la carne humana y desgarrarla con facilidad, dejando daño latente durante un periodo de tiempo (3 turnos).

Al igual que un lobo, el ninja puede mejorar su olfato a tal punto que no solo reconoce las cosas por su olor, sino que puede reconocer el olor del chakra en un radio de 90 metros como máximo. Puede seguir el rastro del chakra mientras se encuentre en su radio de acción.

Para llevar a cabo esta técnica se necesita tener a la mano una muestra de sangre del objetivo, con esta se realizará los sellos del jutsu de invocación y 4 lobos aparecerán de los cuatro puntos cardinales, tomando por sorpresa al enemigo. Estos le morderán en diferentes partes de tal manera que quede inmovilizado. Para iliberarse debe comparar Control de Chakra del ejecutor - 10 contra Fuerza del objetivo, aumentando 10 puntos de fuerza por turno aprisionado. Si se libera en el primer turno, será retenido igualmente 2 segundos. El alcance máximo de esta técnica es de 15 metros.

Del piso saldrán una gran cantidad de huargos (lobos más grandes) cubiertos de fuego provenientes del mismo infierno, estos irán rodeando al enemigo hasta que uno a uno se abalanzará sobre este hasta cubrirlo en su totalidad, haciéndole creer que será devorado por ellos al punto de que lo lleva a las mismas profundidades del mismo infierno. Al siguiente turno de salir del genjutsu el usuario pierde un 20% extra de recursos al usar chakra en el jutsu que utilice.

El ninja forma una capa de chakra senjutsu alrededor de él, teniendo una figura similar a la de Makami. Esta capa le brinda una protección adicional de 50 puntos de resistencia ante cualquier tipo de ataques, siendo inmune a golpes blancos y armas convencionales. Además, permite al usuario extender el alcance de sus ataques físicos por 50 centímetros. No podrá ejecutar jutsus mientras tenga activada esta técnica.

El ninja lanza un golpe con las garras que adquiere al entrar en este estado, haciendo daño al enemigo y adicionalmente robando su chakra. El chakra robado no se agrega al chakra de senjutsu pero si a sus fuentes de chakra normal.

El ninja deja de lado su lado racional y humano sucumbiendo a los instintos más primitivos que poseen los lobos, entrando en un estado salvaje en donde solo ataca realizando una ráfaga de golpes que de dar de lleno pueden dejar fuera de combate a quién lo reciba. No puede realizar ningún tipo de jutsu ni ejecutar acciones ocultas en este estado, dura tres turnos y al perder este estado el ninja no podrá realizar ninguna acción ofensiva por un turno.

Genjutsu que afecta a la vista. El ambiente se oscurece de un momento a otro siendo la única figura visible la del ejecutor, el cual mientras se va iluminando se va convirtiendo en una especie de hombre lobo monstruoso que termina por lanzarse al enemigo atacando de manera desenfrenada. Cuando termine la ilusión el enemigo no solo saldrá dañado, sino que además habrá perdido las fuerzas debido al forcejeo de la batalla dentro de la ilusión.

Realizando los sellos del jutsu de invocación, el ninja es capaz de invocar una manada de 6 lobos, y luego de realizar otro único sello estos toman la apariencia del invocador. Estos lobos solo pueden realizar golpes físicos como puñetazos, patadas, arañazos y hasta mordiscos, desapareciendo luego de cuatro turnos o después de recibir un golpe. Los lobos van a -20 velocidad y agilidad base del usuario.

Realizando los sellos de jutsu de invocación, el ninja es capaz de invocar al mejor guerrero de los lobos llamado Makami, protector de las invocaciones del pacto, así como de aquellos que la firmaron. Mide 250 centímetros, camina en dos patas, lleva consigo una lanza (daño naginata) que la lleva atada en la espalda y un cuchillo (daño tanto) que tiene en su cinturón, su cola también puede golpear, usando su fuerza como daño. Puede ejecutar un jutsu de cambio de apariencia (30 chakra por turno). Tiene las estadísticas en 55, salvo velocidad y agilidad que será 65, teniendo una resistencia de 100 puntos de vida y unas reservas de 150 de chakra. Solo puede estar presente un máximo de siete turnos, también el invocador puede retirarlo a voluntad.

El ninja invoca al espíritu del dios lobo Raijū quien toma posesión temporal de su cuerpo luego de realizar los sellos y colocar su mano derecha en el pecho. El cuerpo del ninja se ve cubierta de un aura blanca con rastros de chakra natural en forma de rayos azules que lo envuelven. Esta posesión le brinda al ejecutar una nueva habilidad que le permite generar ráfagas de chakra senjutsu en forma de lobos de color blanco cubiertos de rayos azules por cada golpe que realice, sea a distancia (llegando a un máximo de 50 metros de alcance) o cuerpo a cuerpo (no potencia golpes meleé). Estas ráfagas son intangibles (traspasan objetos y edificaciones pero no choques de técnicas), pero al traspasar a un enemigo drenan parte de su energía vital y su chakra. Esta posesión sólo dura tres turnos, y al final de esta no podrá usarla hasta otros tres turnos después.

Estilo de combate propio de los lobos, el cual mejora la capacidad ofensiva de los ataques físicos haciéndolos más rápidos y letales. Consiste en una ráfaga de puñetazos que se lanzan de tal manera que parecieran mordeduras de lobos, ejecutándose de manera sorpresiva y certera antes de que el enemigo se de cuenta. Se ejecutan con una velocidad de +5, potencia el daño de los golpes físicos en 25 puntos. El daño final por la ráfaga de ataques cuenta para choque de técnicas en su totalidad. No aplica bonos que no sean del propio senjutsu.