El Furyoku es la medida del sexto sentido con la que nace un organismo, es un producto de la fuerza de voluntad que se puede generar de forma natural o artificial. El usuario debe invertir tanto chakra como vida en esta técnica para crear Furyoku de manera natural por acercarlo a la muerte al mismo tiempo Furyoku de manera artificial gracias al chakra.

Gracias al Furyoku el Onmyōji podrá invocar y controlar Yokai como también darle vida temporal a objetos inanimados clásicos del folclore japonés (Tsukumogami).

Aclaración: Mientras se use Furyoku, el usuario no podrá regenerar Chakra. Además, el intercambio de Chakra y Vida por Furyoku no puede ser reducido por especializaciones ni pasivas.

Tras el sello, el usuario dirige un Yōkai juvenil contra su oponente, lo que le dará mala suerte, el oponente debe estar a menos de 10 metros del usuario, el enemigo podrá observar como una energía negra entra en su cuerpo que se trata del Yokai.

El oponente sufrirá una leve paralisis al hacer la próxima acción, lo que le causará daño. Además la acción del oponente saldrá mal, cancelándose. Puede ponerse esta técnica en un hide.

Tras el selló el usuario invoca un Shikigami con forma de pájaro, El Shikigami tiene el tamaño y forma de una ave a elección del usuario, y volará en línea recta contra el oponente. Puede evadir pequeños obstáculos, como árboles o rocas, pero su trayectoria será prácticamente en línea recta.

Tras realizar los sellos manuales el cuerpo del Onmyōji absorberá la energía espiritual de un Kappa después de hacerlo su cuerpo sufrirá ligeros cambios, las manos y pies del usuario se volverán palmeadas le otorgará un +5 de velocidad y agilidad bajo el agua, también aumentara en 5 puntos el daño de todos los jutsus Suiton. Mientras se encuentre en este estado, gracias al poder espiritual del Kappa el usuario podrá respirar bajo el agua su piel se volverá un poco verdosa.

Los Onmyōji usan parte de su esencia vital a la hora de usar el Furyoku en sus habilidades, sin embargo, parte de esa esencia vital vuelve a ellos al momento de utilizar sus espíritus. Una vez por turno, si se utilizó Furyoku, el Onmyōji recuperará 10 puntos de Vida.

Tras los sellos, el usuario extiende las manos y genera una llama de chakra color blanco que después lanza contra el enemigo.

El ninja creará una ilusión a su rival, en el terreno de combate aparecerá una enorme bestia demoníaca con cuerpo de araña y cabeza de toro, esta se dedicará a atacar morder al afectado. Los efectos que podrá realizar en esta ilusión dependen del nivel que permite el método de expansión.

Nivel 1: 85 puntos de Daño mental.
Nivel 2: 100 puntos de Daño mental.
Nivel 3: 120 puntos de Daño mental.

El Ittan Momen es una larga y estrecha tira de tela de unos diez metros de largo con un par de ojos con la ligera capacidad de volar, la tela con la que se puede invocar a este Yokai puede provenir de la misma ropa del Onmyōji y ataca envolviendo el cuerpo del enemigo incapacitando sus brazos o piernas a decisión del usuario por 5 segundos.

Máximo alcance 15 metros.

El Onmyōji será capaz de absorber Foryoku para recuperar sus propios recursos, pudiendo regenerar Chakra o Vida al absorber una cierta cantidad de energía espiritual. Los efectos de este Jutsu se pueden repetir hasta 3 veces consecutivas con el mismo sello de manos, pudiendo regenerar hasta 90 puntos de Vida o Chakra por 120 Foryoku.

Tras los sellos un grupo de Yōkai cercanos se arremolinan alrededor del usuario, y se transforman en una armadura samurai espiritual con aspectos folclóricos y un par de llamas azules flotando a los lados del usuario, otorgándole una apariencia muy imponente. La armadura tiene una resistencia de 140 puntos.

Rango A: La resistencia de la armadura será de 160 puntos

El usuario cierra las manos, a excepción del dedo índice y corazón, que comienzan a emitir un brillo azul en la punta. Entonces, con dicho brillo, el usuario puede dibujar un Kanji (a su elección) en el aire, que brilla con luz azul. Después de dibujar el kanji sale disparado un haz de chakra azul que daña al oponente. Desde que el usuario comienza a dibujar el Kanji y se lanza el ataque, pasan un total de 2 segundos, tras los cuales el Kanji desaparece.

Los Yõkai Kamaitachi son comadrejas con filosas hoces en sus patas. Tras los sellos él Onmyõji invoca un trío de Yõkai Kamaitachi para que ataquen al objetivo creando un poderoso tornado cortante capaz de producir múltiples cortadas en el cuerpo del rival.

Tras los sellos una pequeña llama similar a un Onibi comienza a arder en la frente del usuarios. El Onmyõji toma una apariencia felina digna de este yokai en ambas manos aparecen garras de chakra de 5 cm obteniendo incluso las dos colas con fuego sagrado para aumentar su velocidad y agilidad +15. Además de aumentar el daño de sus golpes y Taijutsu en +20 gracias a sus garras.

Es una técnica de tipo ofensivo que cualquier Onmyōji con un hábito en el uso de su furyoku en su cuerpo es capaz de utilizar.

Cuando el furyoku no está sincronizado con la liberación instantánea de poder, ésta saldrá con retraso, es decir, el usuario al golpear con cualquiera de sus extremidades usando una capa delgada de furyoku, lo ayudará a potenciar sus músculos aumentando su daño.

Tras los sellos, cientos de espíritus se reúnen y toman la forma de un esqueleto gigante de 25 metros de alto. Es un ser lento y predecible, cuyos ataques irán a -20 de cck del usuario. Sus golpes son considerados Ninjutsu y hacen un daño fijo. Esta criatura solo puede ser disuelta si pierde un Choque de Jutsus, si es atacada y esta no responde, los ataques serán atravesados, pues es un ente inmaterial. Mientras dure, el usuario deberá quedar concentrado, pudiendo únicamente evadir ataques.

Tras el sello, a 2 metros detrás del usuario se invoca un Shikigami. Se trata de un Okami, un gran lobo de aspecto espiritual, de 3 metros de alto. Una vez invocado, el usuario puede ordenarlo atacar para hacer daño con él. El Okami viaja en línea recta y puede atravesar cualquier obstáculo físico que no tenga chakra.

Técnica definitiva del clan Onmyōji. Tras los sellos, el usuario consume Furyoku e invoca un Shinigami, un dios de la muerte, que aparecerá para ayudar al usuario.

El Shinigami pasa al reino físico siendo visible para el enemigo como para el usuario, realizara un único ataque. Obedecerá al usuario, y sus golpes harán el daño estipulado, pero no podrá ser destruido. Funciona como un ninjutsu.

El Onmyõji tras hacer los sellos el shinobi invoca el poder del legendario Tengu, recibiendo cambios en sus extremidades, pues, estas parecerán patas de pájaro y además de su espalda aparecerá un par de alas negras orgánicas características de este Yõkai.

Gracias a esta nueva forma el Onmyõji podrá volar a 40 metros de altura aumentando la ejecución de Golpes Blancos y Taijutsus a +10 de velocidad (son alas reales por lo cual se rigen con esta estadística).

Además, sus garras le otorgan un +20 de daño a sus taijutsus o golpes blancos. Esto no afecta a su capacidad de hacer sellos.