Situado a poca distancia del Altar Modorochi, este hospital no distingue entre el bien y el mal. Sus médicos juraron atender a todos aquellos que acudiesen buscando ayuda, y por eso nunca rechazan un paciente. Esto lo ha convertido en un lugar frecuentado por criminales y buscados por la justicia, pero no lo ha convertido en un lugar peligroso., todo lo contrario. Quienes trabajan aquí defienden fervientemente la filosofía de la Paz Mundial, e intentan inculcarla a todo aquél que les visita. Además, el coste de las operaciones y tratamientos es donado a los más pobres. Dada su neutralidad absoluta en todo conflicto, se considera un lugar neutral, y está terminantemente prohibido combatir aquí.